
El oro puede presentar varios colores, en función de la aleación con la que se fabriquen las piezas.
Las aleaciones se corresponden a mezclas de oro con otros metales. El oro de mayor pureza es el que presenta mayor cantidad de oro y menor proporción de mezcla.
Una pieza de oro se compone de 24 partes. Cada parte que no contiene más metal que el oro es un quilate. Por tanto, el oro de 24 quilates es aquél que tiene un grado de pureza del 99,9%.
Los colores del oro se forman con la mezcla de otros metales y, en base a la proporción de cada uno de ellos, la intensidad de ese color también puede variar.
A continuación enumeramos los 9 colores de oro que podemos encontrar actualmente en el mercado.
Oro amarillo
El oro amarillo es el oro puro, su tonalidad natural presente en el 99,9% de la composición del metal.
No obstante, oro amarillo no implica que no tenga aleaciones. Hay oro amarillo con plata y cobre, presentes en la misma proporción entre ellos. Sin embargo, cuanta mayor cantidad de estos dos elementos, menos intenso será el amarillo que muestre.
Oro blanco
El oro blanco no se encuentra como tal en la naturaleza, sino que se obtiene mediante la aleación de oro amarillo con otros metales como paladio, manganeso o plata.
Según los metales utilizados en su elaboración, su tonalidad puede variar mucho, tendiendo al amarillo, al gris, al rosa o incluso al marrón.
Oro rosa
El oro rosa se consigue mezclando el oro con el cobre en mayor medida y con una mínima proporción de plata.
Su gran atractivo ha motivado que en los últimos años haya recobrado cierta popularidad, aunque lógicamente no tiene la pureza que ofrece el oro amarillo.
Oro rojo
El color oro rubí, también llamado oro rojo, es el que limita la mezcla a oro y cobre. Con un 75% del primero y un 25% del segundo, es posible conseguir una intensa tonalidad roja en la pieza.
Oro verde
El oro verde no es ninguna novedad. Desde hace siglos se ha utilizado y se consigue mezclando oro y plata. En ocasiones también es posible añadir a la mezcla cobre y cadmio.
Con las diferentes proporciones se obtiene un oro verde de diversa tonalidad, aunque en la mayoría de casos es de un amarillo verdoso en realidad.
Oro gris
Los diseños más modernos de piezas aprovechan el oro gris, que en realidad es una combinación de oro amarillo con paladio o plata, además de manganeso y cobre.
Es fácil de confundir con el oro blanco, sobre todo si el manganeso y el cobre están presentes de forma casi anecdótica en la composición.
Oro púrpura
Entre las mayores rarezas de los colores del oro encontramos el oro púrpura, formado con la mezcla con aluminio.
Pese a lo atractivo de su acabado, no es muy utilizado porque presenta una alta fragilidad. Por eso se limita normalmente su aplicación a pequeños detalles.
Oro azul
Probablemente se trate de la modalidad de color de oro más desconocida y, quizás también debido a ello, de las más llamativas.
El oro azul está formado por oro amarillo en un 46% junto con galio o con indio. Estos materiales proporcionan un intenso color azul característico para la pieza, que aumentan notablemente su vistosidad.
No obstante, el galio y el indio pueden provocar alergias, por lo que hay que tener la certeza de no sufrir una reacción cuando se utilicen joyas con estos acabados.
Oro negro
El oro negro también ofrece una gran expectación en el mercado. Se puede obtener de diversas maneras, con el método de galvanoplastia, por oxidación forzada o incluso con láser.
La innovación en el sector sigue creciendo, a medida que esta tonalidad cobra mayor interés en el sector de la joyería.
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