
Invertir en oro o en plata puede ofrecer muchos beneficios, tanto compartidos como específicos de cada uno de los metales.
En este artículo repasamos algunos de los más importantes beneficios de invertir en oro y plata, así como las características propias que puede ofrecer la inversión en cada uno de estos activos.
Beneficios comunes de invertir en oro y en plata
Tanto el oro como la plata son considerados valores refugios. En épocas de crisis invertir en cualquiera de ellos sirve para proteger el patrimonio económico.
Ni el oro ni la plata se ven afectados por movimientos económicos, como puede pasar con la inflación. No se devalúan ni tampoco dependen de entidades bancarias o de empresas.
Por tanto, tampoco existe riesgo de quiebra que pueda hacer que el precio del oro o de la plata se hunda.
Beneficios diferentes de invertir en oro e invertir en plata
Invertir en oro es una operación que se recomienda con intereses a largo plazo. La rentabilidad que se puede obtener al invertir en este metal, está bastante asegurada, pero siempre que nos fijemos en su evolución a lo largo de los meses e incluso de años.
Históricamente el valor del oro siempre ha ido en ascenso. A finales del siglo XX la onza se llegó a cotizar a 850 dólares, cuando en 2012 ya se superaba los 1.000 dólares. En 2021 una onza de oro se ha llegado a cotizar por encima de los 1.800 dólares.
Ahora bien, ¿sucede lo mismo con la plata? Como activo de inversión en realidad es algo más volátil. Es decir que tiene variaciones de su valor más rápidas y constantes, lo que a corto plazo podría ofrecer una alta rentabilidad.
Con todo, esto no impide que mantenga un ritmo alcista. Por ejemplo, en el último año el precio de la plata llegó a incrementarse por encima del 70%. Los analistas consideran que esta tendencia se va a mantener, conforme la economía mundial se recupera de la pandemia sufrida desde 2020.
De hecho, se identifica una relación entre la subida del oro y la subida de la plata. Cuando el oro incrementa su valor, la plata hace lo propio, pero de una forma aún más llamativa.
A nivel práctico tiene todo el sentido del mundo. La plata tiene infinidad de aplicaciones industriales. Hoy en día es utilizada en ámbitos tan dispares como la medicina, la electricidad o la fotografía.
El oro en cambio, se destina mayoritariamente al sector de la joyería, aunque también tiene otras aplicaciones, desde la fabricación de dispositivos tecnológicos hasta en construcción de motores de aviones.
De hecho, es una de las materias primas más negociadas, junto al petróleo, la soja y el maíz. Esto ayuda a que la demanda de oro se mantenga normalmente en crecimiento, haciendo muy rentable operaciones con objetivos de futuro a largo plazo con este metal.
En conclusión, la inversión en oro y en plata puede ofrecerte alta rentabilidad. Sin embargo, debes tener en cuenta que la volatilidad de la plata es mayor que en la de oro, aunque sí es lógico que la cantidad económica que requiere una operación de inversión es menor.
En cualquier caso, la diversificación es siempre una estrategia óptima de inversión. Contar con los dos metales entre el patrimonio personal, puede ofrecer distintas oportunidades en el futuro de obtener beneficios.
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